¿Dejar de Fumar de Golpe es BUENO o MALO?

¿Dejar de Fumar de Golpe es BUENO o MALO

El dejar de fumar poco a poco o de golpe, suele tratarse de una polémica entre aquellas personas que quieren eliminar este vicio de sus vidas.

Y es que si bien al momento de dejar el tabaco hay diversos procedimientos y técnicas que se pueden usar, lo habitual es que surjan dudas, por ejemplo, ¿dejar de fumar de golpe es bueno o malo? Por eso, a continuación intentaremos despejar dichas dudas.

¿Es beneficioso o no dejar de fumar de golpe?

Dejar de fumar se encuentra entre las mejores decisiones que es posible tomar con el fin de mejorar y cuidar la salud individual y pública; sin embargo, no se trata de algo sencillo y tampoco existe una estrategia específica que se presente como la más acertada al momento de hacerlo.

Sin embargo, de acuerdo a diversas investigaciones, las probabilidades de dejar de fumar con éxito resultan mayores en aquellas ocasiones donde se hace de forma radical, es decir, al dejar de fumar de golpe.

Es bueno dejar de fumar de golpe

Normalmente, los expertos suelen señalar que para dejar el tabaco lo más apropiado resulta hacerlo de golpe, o dicho de otro modo, de manera abrupta y rápida.

Sin embargo, la mayor parte de la población fumadora suele indicar que lo más idóneo es hacerlo gradualmente, disminuyendo la cantidad de cigarrillos diarios poco a poco hasta lograr eliminarlos por completo.

A pesar de esto, recientemente, la Universidad de Oxford llevo a cabo investigaciones que apoyan la alternativa de dejar de fumar de golpe.

Dichas investigaciones señalan que aquellos fumadores que tratan de reducir la cantidad de cigarrillos de forma gradual, poseen menores probabilidades de lograr dejar de fumar en comparación con aquellos que lo hacen de forma rápida.

Para este estudio, se contó con la participación de 697 fumadores los cuales habían tomado previamente la decisión de dejar de fumar, y los mismos fueron separados en dos grupos.

Uno de ellos era el de la “cesación abrupta”, el cual estableció un día para dejar a un lado este hábito, y se aseguró de hacerlo de forma repentina.

El otro grupo, el cual consistía en el de la “cesación gradual”, de igual manera, seleccionó un día en el cual dejar de fumar, aunque a lo largo de las 2 semanas previas a dicha fecha comenzó a reducir gradualmente el número de cigarrillos que fumaba.

Ambos grupos recibieron apoyo, asesoramiento y acceso no solo a parches de nicotina, sino también a terapias de reemplazo a través de sprays bucales y chicles.

Después de que cada grupo alcanzó la fecha límite, los miembros fueron evaluados semanalmente a lo largo de un mes, y después 6 meses después.

Aparte de decir cómo evolucionan, también se medía la cantidad de monóxido de carbono que respiraban, siendo este un dato objetivo que permitía a los expertos comprobar que se encontrarán siguiendo el plan establecido.

Tras esas 4 semanas, el 39% de los participantes pertenecientes al grupo de “cesación gradual” logró permanecer sin fumar, mientras que dentro del grupo de “cesación abrupta” el porcentaje de miembros que lo hicieron fue del 49%, demostrando así que contaban con un 25% más de probabilidades para lograr dejar de fumar.

Aunque se logró comprobar que las personas suelen optar por la idea de dejar de fumar de forma gradual antes que hacerlo de golpe; los del grupo de cesación abrupta demostraron mayores probabilidades de conseguirlo.

Por lo que sin duda, para quienes se preguntan si dejar de fumar de golpe es bueno o malo, podemos decir que la evidencia indica que es una decisión positiva escoger hacerlo de manera radical.

Beneficios de dejar los cigarrillos

El decidir dejar de fumar puede tiene diversos beneficios, especialmente relacionados con la salud, como los señalados a continuación:

  • Reducción tanto del ritmo cardíaco como de la presión arterial.
  • Disminución del nivel de monóxido de carbono e incremento del nivel de oxígeno presentes en la sangre.
  • Mejora gradual de los sentidos tanto del como del olfato.
  • Desaparición del mal aliento (halitosis), al igual que del olor a tabaco tanto en el cabello como en la ropa, reduciendo al mismo tiempo el riesgo de caries o enfermedad periodontal, etc.
  • Desaparición del color amarillo en uñas y dedos.
  • Considerable ahorro económico.
  • Reduce las probabilidades de desarrollar diversos tipos de cáncer relacionados con el consumo de tabaco, incluyendo cáncer de pulmón, páncreas, cérvix, vías respiratorias y vejiga.
  • Disminuye considerablemente las probabilidades de desarrollar enfermedades respiratorias, incluyendo bronquitis, asma y otras patologías crónicas, al igual que alergias e incluso enfermedades otorrinolaringológicas.
  • Reduce el riesgo de patologías cardiovasculares.

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